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viernes, 20 de marzo de 2020

¡A reír!

Hola a todos/as!

¿Existe sonido más bonito que la carcajada de un niño? Aprender a reírse de uno mismo no es el antídoto definitivo contra el acoso escolar, pero sí es un signo de inteligencia, de equilibrio y madurez emocional, ya que proporciona seguridad y confianza; y eso sí que es una eficaz vacuna para enfrentarse a ciertos fenómenos de bullying.

Se podría crear el rincón de la “risa”, en el aula o en casa, donde solo tendrán cabida las sonrisas y las carcajadas. Podremos colocar elementos que provoquen la risa en nuestros pequeños, como narices de payaso, pelucas, máscaras, plumas para hacer cosquillas a los compañeros… Sin duda considero primordial enseñar a los niños a reírse de uno mismo. Reír juntos es otra manera de crecer. Reír juntos.
 La risa no solo se trabajará a través de este rincón, sino que también se puede completar con sesiones de risoterapia.

La risa es la mejor arma de la humanidad, y como todos sabemos, es muy contagiosa, al igual que el resto de las emociones. ¿Y sí nos aprovechamos de ello? Si el maestro contagia a sus alumnos de alegría y positividad, “todo” será más fácil.

¿Creéis que no es fácil el contagio de la risa? Aquí os dejo un vídeo, a ver si podéis resistiros a no reír.




¿Habéis podido controlar la risa? ¡Yo no!

Aquí os dejo la sesión de risoterapia que se puede trabajar con los más pequeños.

SESIÓN DE RISOTERAPIA
Todas y cada una de las sesiones que se llevarán a cabo cuentan con una misma estructura; un momento de encuentro (introduciremos a los pequeños en la sesión, hablándoles de la importancia que tiene estar felices y reír), el desarrollo de la sesión (se pondrán en marcha las actividades planteadas para provocar el sonido más hermoso del mundo, la risa.) y un último momento, el de la despedida, donde se valorará la sesión junto a los alumnos. Se les preguntará acerca de cómo se han sentido al llevarla a cabo.
Algunas de las actividades que se pueden utilizar en las sesiones de risoterapia son las siguientes:
- El mimo: El profesor deberá ser imitado por los alumnos y su actitud ha de ser graciosa, provocando la risa en los niños.
- La risa fonadora: El profesor y los alumnos deberán practicar su risa con las cinco vocales, “ja”, “je”, “ji”, “jo”, “ju”.
- Cosquillas: Este es el método tradicional por excelencia para hacer reír a alguien.
- Sonríe… ¡Schh!: Los pequeños deberán prestar atención a las indicaciones del maestro; Es decir, deberán reír y controlar la risa cuando el maestro lo mande. (Les resultará imposible dejar de reír).

¡Gracias por leerme! 💗

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